Decimos que este es un caso que merece una mirada diferente no porque importe más la muerte de un peatón que la de un obrero, sino porque fue a partir de este caso en que se comenzó a tratar con mayor seriedad lo que significa el incumplimiento de las normas de construcción y edificación.
Estefanía Puechagut tenía 24 años y fue alcanzada por un muro que cayó desde el décimo piso de una obra en Pueyrredón y Vélez Sarsfield. Sufrió muchos problemas cardíacos y nunca recuperó la lucidez, sufrió además una lesión cerebral muy grave que resultó ser irrecuperable. Todo esto hizo que luego de agonizar por unos días, muriera el 25 de agosto pasado. A partir de aquí, y como ya es muy común siempre que ocurren desgracias de semejante envergadura, comenzaron a discutirse las condiciones y medidas de seguridad en edificaciones desde el Consejo Deliberante, la administración municipal, y el gremio de la construcción. Así pues, La Unión Obrera de la Construcción (Uocra) llevó a la mesa de discusión la propuesta de pedir al Concejo Deliberante y a la Legislatura provincial la sanción de normas que resguarden la seguridad de los trabajadores y terceras personas en obras de alto riesgo. También, la creación, en el ámbito de la Municipalidad de Córdoba, de un departamento profesional que se ocupe de la fiscalización de las obras en construcción, de manera regular.
Asimismo, propuso que los proyectos de envergadura cuenten con un profesional a cargo de la dirección técnica durante la jornada laboral en el lugar donde se realicen los trabajos porque entienden que eso redundaría en más seguridad.
Lamentablemente, al día de la fecha no ha habido avances, todo sigo siendo objeto de debate y mientras tanto las tragedias siguen siendo noticia del día.
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